Para entender el funcionamiento de nuestros proyectos es crucial un análisis interseccional que nos ayude a observar las situaciones distintas de las que parten quienes participan. Las variables relacionadas con el género, la orientación sexual, la procedencia, la diversidad funcional y la edad, por ejemplo, nos ayudan a identificar y amortiguar las posibles desigualdades que pueden darse, en la búsqueda de una transformación de nuestros contextos que tenga en cuenta la necesaria presencia de todas las diversidades y todas las voces.
Consideramos que el uso que hacemos del lenguaje, las imágenes y los contenidos que abordamos, en definitiva, son en sí mismos herramientas para posicionarnos y cimentar nuevas relaciones que no reproduzcan estereotipos tradicionales.