5 películas sobre cambio social

cambio social

Estamos en unas fechas muy propicias para sentarnos en el sofá a ver una buena película. Las olas de calor nos invitan a quedarnos en casa en las horas centrales del día. No está mal bajar de vez en cuando el ritmo, para recuperar impulso. Con estas películas sobre cambio social lo conseguirás.

Erin Brockrovich

Julia Roberts invitaba a cuestionar los roles de género en La Sonrisa de Mona Lisa, a través de su posición como profesora de historia del arte. Sin embargo, nos llama más la atención esta película que la precedió.

La protagonista es una mujer joven, que debe afrontar la crianza de tres pequeños sin nadie a su lado. No nos equivoquemos, el problema no es la ausencia de una pareja, sino las dificultades económicas que atraviesa. Está en paro.

Su inagotable búsqueda de empleo no será en vano, aunque el trabajo lo conseguirá de la forma más inesperada. Es aquí donde empieza lo más interesante. Vemos a una mujer llena de fortaleza, decidida, trascendiendo los límites asignados por la sociedad a su género. La falta de conocimientos la suple con esfuerzo, constancia y unas habilidades sociales muy desarrolladas. Se muestra con dotes para el liderazgo, y se vuelve una abanderada del cambio social, al hacer suya la lucha contra la contaminación de las aguas.

Dato de interés:

Esta película sobre cambio social está basada en hechos reales. Erin Brockovich existe, y su fuerza y compromiso está lejos de apagarse. Continúa realizando activismo medioambiental.

Mi nombre es Harvey Milk

Harvey es un político convertido en icono. Fue el primer hombre declarado abiertamente homosexual en ocupar un cargo público en los Estados Unidos. Moriría –asesinado- un año después, pero su historia de cambio social no se pierde. 

La película representa los años 70, años difíciles para las personas homosexuales puesto que vivían una gran exclusión social. Harvey Milk está dispuesto a cambiar la situación, y, entre las medidas, plantea prohibir el despido de alguien por su orientación sexual.

Dato de interés:

Detrás de esta película está el director Gus Van Sant, considerado director de culto. No te pierdas otras películas suyas como “No te preocupes, no llegará lejos”, en la que Joaquin Phoenix se mete en la piel de una persona con diversidad funcional. También está “Elephant”, en la que se sirve del suceso de la matanza de Columbine para analizar valores y actitudes de la juventud norteamericana, y cuestiones como la exclusión social, la falta de ilusiones y expectativas, etc.

12 años de esclavitud

Solomon tiene una vida normal, como tú y como yo. Es padre de familia, tiene cierta valoración en su comunidad y su trabajo como violinista le permite estabilidad económica.

¿Qué es lo normal? Dependiendo de a quién le preguntes, te responderá una cosa u otra. En la película, se observa la estrecha línea que puede cambiar un contexto a otro muy distinto. Engañado, Solomon acaba siendo un esclavo.

Tal como seguro que ya sospechas, no es una película agradable, su dureza va en línea a la que acompaña al protagonista en su nueva vida. Aún así, sabe transmitir esa esperanza que mueve montañas, y puede hacer reflexionar sobre el cambio social que ha transcurrido desde lo que expone. El racismo sigue existiendo, en otra escala. ¿Sabrías advertir actitudes racistas?

Nos quedamos con la frase: “Bueno, yo no quiero sobrevivir… Quiero vivir”. En esto sí podemos decir, ¿y quién no?

Dato de interés:

El libro en el que se basa la película vendió veintisiete mil copias en dos años. Solomon Northup compartía en él sus vivencias como esclavo en varias plantaciones de Luisiana. Si te gusta leer, no te pierdas la gran emoción que destilan las palabras de su novela autobiográfica.

Yo soy Sam

Sam tiene diversidad funcional, pero eso no es lo que le define. En la película, se nos muestra como una persona llena de amor por su hija, cuya custodia corre peligro.

Al tener una discapacidad, se piensa que Sam no puede garantizar la educación de su hija, y se estudia la idea de darla en adopción. Mientras vamos viendo el avance en la trama, si somos observadoras/es, nos daremos cuenta de la representación de la discapacidad. Frente a las representaciones tradicionales, que señalan inocencia o rareza, en este caso se normaliza. Sam cuenta con la compañía de otras personas con diversidad funcional, y trabajan y se divierten como buscaría hacer cualquier persona.

Dato de interés:

Las guionistas, Kristine Johnson y Jessie Nelson, hicieron bien los deberes. Visitaron antes de la película organizaciones de personas con discapacidad y se empaparon bien incluso de los gustos. De esto último deriva la BSO, de un grupo que, por cierto, contribuyó al cambio social poniendo su música. Demostraron, por otro lado, que se puede llegar lejos aún partiendo de unos orígenes humildes.

Te doy mis ojos

Los medios de comunicación son importantes a la hora de concienciar sobre la violencia de género, según el uso del lenguaje que hagan o la selección de noticias. Las películas también pueden fomentar el cambio social a través de la sensibilización, y este es un ejemplo.

La película retrata la violencia machista, desde distintos puntos de vista, centrándose tanto en víctima como en maltratador.

Dato de interés:

Icíar Bollaín enfrenta con maestría el pasado patriarcal con las tendencias de los nuevos tiempos y el cambio social. Recalca cómo encontrar actividades y espacios de disfrute, como puede ser el arte, puede ser una vía para el empoderamiento.

En Siete Estrellas creemos en el cambio social. Nuestros programas van destinados a cambiar la realidad de muchas personas, facilitando su inclusión, promoviendo su empoderamiento, ayudando a cambiar las dinámicas de relación… Y tú, ¿crees en el cambio?

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