La educación social, motor del desarrollo

velilla y mejorada (4)

La educación es un derecho humano y una responsabilidad colectiva. El 24 de enero celebramos el Día Internacional de la Educación, establecido por las Naciones Unidas para conmemorar el papel de la educación para promover la paz y el desarrollo.

Cada cierto tiempo, la educación es noticia. Se habla de sus contenidos, de sus metodologías, de cómo hacerla más inclusiva y equitativa y de cómo saber hacer que niñas/os y jóvenes adopten un papel activo. Las tecnologías también se introducen en los debates, posicionándose gente a favor o en contra de estas herramientas.

Papel integrador en el entorno social

La educación social es muy útil para el empoderamiento del individuo, y es básica para cualquier persona en cada momento de su desarrollo. Amplía perspectivas educativas, de ocio, de participación social… y es clave en el proceso de socialización.

En los procesos de aprendizaje, adquirimos asociaciones y acabamos repitiendo ciertas respuestas dadas en el pasado que consideramos que, de algún modo, “funcionaron”. Las ponemos en marcha ante estímulos y contextos similares, buscando prever el resultado, la reacción del contexto. En definitiva, es algo que hacemos con el fin de aumentar nuestra percepción de control.

Mediante la educación social, podemos lograr que las personas se consideren más autónomas, desarrollen un mayor espíritu crítico y adviertan mejor los condicionantes del entorno y el margen que tienen para influir en él. Por otra parte, la educación social es muy importante para que haya una mayor inclinación hacia la creación de tejido social y asociativo, y la persona trabaje más sus competencias y aptitudes.

Educación social para impulsar la participación

Cuando las personas se sienten más capaces y desarrollan más distintas habilidades, y cuando se juntan bajo el deseo de cambiar ciertas realidades, suceden cosas maravillosas. Sí, así nace el cambio y la transformación social.

La transformación social está liderada por personas que conocen las estructuras o colectivos de participación y hacen algo con ello, se convierten en ciudadanía activa. Desde el empoderamiento a través de la intervención social, capacitamos a las personas para que puedan desarrollar otros papeles en la sociedad y se favorezca la inclusión social.

En Siete Estrellas creemos en la cultura participativa, que hace que las personas se atrevan a impulsar nuevas acciones para encontrar solución a necesidades no resueltas. No solo a las propias, al impulsar la educación social, estamos avanzando en la adopción de una postura de mayor empatía. Se produce un acercamiento al otro, una comprensión más integral de planteamientos diferentes y un mayor compromiso por la justicia social. Todo ello viene del enfoque puesto en la responsabilidad colectiva, y un sentido de pertenencia más agudizado.

Un ejemplo de proyecto de educación social Siete Estrellas

En el barrio de Chopera, desarrollamos un proyecto que arrancó a partir de Fondos de Reequilibrio Europeo, con el objetivo de impulsar acciones comunitarias encaminadas a reducir el riesgo de vulnerabilidad y exclusión social de los/as vecinos/as del barrio. Está integrado en los Servicios Sociales de Arganzuela, ubicados en el centro de Servicios Sociales José Villareal.

Tres partes componen el proyecto que destacamos hoy: intervención socio residencial, capacitación y formación de adultos, y ludoteca. El objetivo principal comprende la mejora de la calidad de vida, la cohesión e inclusión social, la gestión de la diversidad cultural y la convivencia ciudadana, junto con la satisfacción de quienes habitan el barrio a través de intervenciones comunitarias y procesos participativos que les hacen recuperar el espacio público.

Para lograr los objetivos, es necesario tenerlos bien definidos. De esta forma, es más fácil ir evaluando los avances. En el caso de esta iniciativa, algunos de estos objetivos específicos son recuperar espacios públicos deteriorados mejorando las condiciones del entorno o la solución de problemáticas sociales y situaciones críticas concretas mediante el asesoramiento jurídico, la asistencia psicológica, el apoyo en la búsqueda de empleo y la educación social. Asimismo, diseñamos actividades culturales, musicales y de artes plásticas como vehículo para el desarrollo creativo e integración social de las personas.

La sobreocupación, infravivienda, el consumo de bebidas y sustancias tóxicas por parte de jóvenes y adultos, los conflictos en el ámbito vecinal… son cuestiones que preocupan a quienes viven en el barrio, y en las que intervenimos con distintas acciones, integradas dentro de una metodología que suma participación ciudadana, identidad de barrio, cercanía y trabajo a partir de la experiencia. Como se puede desprender de esto, los ámbitos de actuación son diversos, y trabajamos en intervención social, mediación vecinal, desarrollo de procesos participativos, deporte social, atención primaria de la salud, etc.

Todo lo anterior es posible gracias a un gran equipo, que desde la educación social, persigue la transformación de esa realidad concreta.

En cada proyecto, planteamos unos objetivos generales y específicos, pensamos la metodología más adecuada para lograrlos, buscamos a profesionales idóneos atendiendo a su formación y experiencia y, en definitiva, nos aseguramos de sentar las bases que favorecerán una intervención exitosa en educación social. Si necesitas más información sobre este u otros proyectos, puedes ponerte en contacto con nosotros/as en: https://siete-estrellas.com/contacto/

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