Emprendimiento social como acción transformadora

Hay palabras que marcan grandes diferencias, y una de ellas es “social”. El emprendimiento, a secas, podemos asociarlo a los inicios de un negocio, pero cuando lleva el apellido “social”, se convierte en algo con mucho más significado. El emprendimiento social busca contribuir a una sociedad más justa, y a una mejor calidad de vida para todas las personas. Las soluciones que plantea a distintos problemas sociales van desde productos hasta servicios.

Distintas razones para emprender

Llevar a cabo una idea que se pensaba desde hace tiempo, tener en el horizonte como meta poder elegir horario y distribución del trabajo, no querer caer en el conformismo y buscar sumergirse en entornos que promuevan la innovación… Hay muchas razones detrás de que una persona decida apostar por emprender. No deja de ser otra salida laboral más. También hay quien se ve como emprendedor/a a raíz de malas experiencias en distintos trabajos, desear seguridad laboral y no encontrarla trabajando por cuenta ajena.

Emprendimiento social, ¿una novedad?

Actualmente, la palabra sostenibilidad abunda en los artículos y noticias. Se habla de la importancia de lo social para calar en consumidores/as y marcar la diferencia. ¿Esto significa que se trata de algo nuevo?

No, responsabilidad con el entorno ha existido desde siempre. Hay organizaciones que toman de punto de partida la forma en la que pueden contribuir a su comunidad, además de la actividad económica que vayan a desarrollar.

El interés por el emprendimiento social comenzó en los 80, cuando se debatía si las empresas debían implantar la responsabilidad social corporativa (RSC). Aún así, los orígenes del emprendimiento social se remontan mucho tiempo atrás. Los encontramos en los Montes de Piedad, Cajas de ahorros, cooperativas, mutualismo o en la creación de fundaciones en el siglo XX.

Un compromiso global, la Agenda 2030

17 objetivos. 169 metas. La Agenda 2030 anima a adquirir compromisos para que el desarrollo sea sostenible, social, económica y medioambientalmente. Algunos de los objetivos los compartirás con tu proyecto de creación de una empresa social.

Erradicar la pobreza, conseguir seguridad alimentaria, lograr la igualdad de género y transformar las ciudades y hacerlas más inclusivas son sólo algunos ejemplos de lo que contiene esta agenda formulada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015. Puede servirte de guía para no perder el rumbo y seguir en la senda del emprendimiento. Piensa globalmente y actúa localmente. ¿Qué comunidad avivarás o qué problema social abordarás en tu empresa social?

Consultoría, la clave para impulsarte

La novedad tiene doble cara. Por un lado la buscamos, nos atrae, engloba promesas y despierta miedos. La incertidumbre que conlleva puede hacernos retroceder, o avanzar con cautela.

La consultoría se convierte en algo esencial para confiar en nuestros propios recursos, y para desarrollar nuevas habilidades y competencias. Si queremos montar una empresa social, la precaución es importante, pero lo es más la capacidad de asumir riesgos, la resiliencia, y la adopción de una visión estratégica.

Desde Siete Estrellas te ofrecemos acompañamiento para cualquier tipo de iniciativa social, sea o no empresarial. Tenemos 20 años de experiencia en proyectos sociales y educativos, y te proponemos CONSULTORÍA y FORMACIÓN para que termines de definir el tipo de organización, proyecto, iniciativa o empresa que quieres.

El arranque del proyecto es el primer paso. Igualmente, te damos apoyo en el crecimiento de tu proyecto de emprendimiento y su consolidación. ¡Juntos/as conseguiremos que funcionen mejor los engranajes con los que se mueve el mundo! ¿Nos llamas para empezar en esto de la transformación social?

Fuentes utilizadas:

Escamilla, S., Martínez-Losa, N. y Plaza, P. (2017, diciembre). Juventud: nuevos empleos emergentes. Revista de Estudios de Juventud, (118), p. 69-83.